Foto: Roberto Ortega |
Ahora, ¿Qué pensarías si te digo que es
posible?, que puedo darte las claves para que, de manera consiente, puedas
convertirte en el centro de confianza de tus alumnos, de los padres de familia
y en general del resto de los mortales.
Lo cierto es que no es ningún secreto,
ni mucho menos un invento mío. Lo que hoy quiero compartir contigo es una estrategia
que muchas personas usan para mejorar sus relaciones personales, su desarrollo
profesional y hasta sus ingresos.
«Hacer clic», es vincularnos con el
otro, encontrar en él algunos puntos de conexión que nos unan y por tanto que
nos ayuden a establecer relaciones más profundas y duraderas. Mucho hemos
escuchado que ese nivel de empatía sólo se logra con el tiempo, pero cuando
termines de leer esto, sabrás que es posible «Hacer clic», con cualquier persona
y en cualquier momento usando recursos que ya tienes y puedes utilizar desde ahora.
Antes de continuar me parece oportuno
hacer una aclaración: este espacio está dirigido a nuestro trabajo como
educadores, por lo tanto, las
estrategias que propongo están planteadas dentro del contexto educativo, sin
embargo, notarás que es muy sencillo trasladarlas a cualquier ámbito en el que
te desarrolles.
Hecha la aclaración, empecemos por el
principio:
¿Para
qué establecer sintonía?
Cuando estableces una relación de armonía,
la comunicación mejora notablemente, tu actitud cambia, te interesa dar y estás
predispuesto a recibir. ¿No es éste el estado ideal para aprender? Con sintonía
te comunicas de manera más eficiente y significativa
con los demás, de este modo logras cambios de conducta y preparas el terreno
para realizar transformaciones más profundas.
¡Imagina los resultados cuando sintonizas
con tus alumnos!
¿Cómo
nos comunicamos?
Los expertos afirman que en una
conversación, sólo el 7% del mensaje que trasmitimos proviene de nuestras
palabras, el resto 83% corresponde al lenguaje corporal y al tono de voz que
utilizamos. Esto quiere decir que el mensaje que ahora lees, sería ¡83% más
efectivo! si estuviera hablando frente a ti, con el tono de voz y el lenguaje
corporal adecuado. ¿No te parece increíble?
Richard Bandler y John Grinder creadores
de la PNL (programación neurolingüística) pensaron lo mismo y propusieron un
modelo de comunicación efectiva al que llamaron “Modelo de Milton” en honor Dr Milton
H. Erickson, uno de los más prestigiados hipnoterapeutas.
Milton consiguió establecer vínculos de
gran profundidad con sus pacientes, en pocos minutos, con sólo reproducir sus
patrones de respiración, postura, tono de voz y gestualidad; en resumen,
utilizando el poder de ese 83% que no aprovechamos en la comunicación.
Como resultado de esta estrategia, individuos que no lo habían
visto jamás confiaban en él de repente y sin el menor titubeo. Ahora
piensa, ¿No te parece increíble la
facilidad con la que puedes relacionarte cuando utilizas correctamente las
palabras y el lenguaje corporal?
¿Cómo
puedo establecer sintonía con los demás?
Al
establecer una conversación, emitimos mensajes simultaneaos a diferentes niveles; mientras que las
palabras operan sobre la mente consciente del interlocutor, el lenguaje
corporal y el tono de la voz actúan sobre su inconsciente. En este nivel se
encuentran los patrones que definen nuestra actitud, por ello una vez que el
cerebro piensa: « ¡Bien, si esa persona es como yo, puedo confiar en ella…! » se
produce una atracción tremenda, un vínculo fuerte, mucho más eficaz porque es
casi inmediato y no es juzgado por la razón; es decir, se ancla en el
inconsciente.
Ahora prepárate a conocer los rasgos físicos
básicos que puedes reproducir y utilizar para sintonizar con los pequeños.
Modera tu velocidad,
identifica el ritmo y las pausas que utiliza, las niñas suelen hablar con más
prisa que los niños y los niños con problemas de lenguaje pueden verse
abrumados ante un discurso rápido y sin pausas.
Escucha el tono de su voz,
con él puedes identificar muchas de su emociones, recuerda que ellos pueden
hacer lo mismo con el tuyo.
Imita sus posturas:
Pon tus ojos al nivel de los suyos, cuando hablas de pie los niños reciben un mensaje de autoridad que establece una barrera entre ambos y restringe su confianza. Las niñas suelen tener posturas y ademanes fácilmente reconocibles, mientras que los niños utilizan más los gestos, aprende a imitarlos y a distinguirlos.Recuerda que para ganar su confianza no necesitas interpretar su lenguaje corporal, basta que ello pueda velo reflejado en ti.
Corresponde su manera de mirar:
Algunas personas desvian la mirada mientras conversamos con ellas, esto no siempre es una mala señal, sobretodo en los niños. Para ganar su confianza evita incomodarlos con un contacto
visual constante, por otra parte, corresponde sosteniendo la mirada a los pequeños que acostumbran hablar mientras te miran a los ojos.Dicen que la mirada es lo más difícil de imitar, pero intenta este truco:lleva a tu mente una experiencia que despierte en ti, la misma emoción que identificas en el pequeño, tu mirada se transformará de inmediato y te aseguro que lo notará.
Reproduce su manera de andar:
Me gusta este punto por lo fácil que puedes ver los resultados. ¿Quieres probarlo? Organiza un juego en el que todos caminen en fila, luego pídeles que imiten tu forma de andar, puedes hacerlo sutil o muy escandaloso, notarás cómo casi de inmediato, todos entran en sintonía, tienen el mismo humor, cambian su actitud y comienzan a convivir de manera más armónica.
No es necesario reproducir todas las características de una
persona para crear un estado de empatía. basta con empezar por el tono de voz o
por una simple expresión facial para alcanzar un aceptable grado de confianza.
Estos son los elementos
básicos para establecer sintonía, pero no creas lo que te digo, en lugar de eso,
¡pruébalo! y observa qué sucede cuando reflejas simétricamente a los demás, qué
pasa cuando te detienes, qué hacen las personas que están en sintonía. Empieza por
ser consciente de lo que haces para que puedas hacerlo de manera natural y
decidir cuándo utilizarlo.
Recuerda que en este momento el objetivo es convertirnos en un centro de confianza para el otro, no interpretar ni juzgar el significado de su comportamiento.
Recuerda que en este momento el objetivo es convertirnos en un centro de confianza para el otro, no interpretar ni juzgar el significado de su comportamiento.
Para finalizar, debo decirte que existe otro recurso para
establecer sintonía, se trata de reproducir los patrones lingüísticos del otro,
es decir su manera de hablar. Cuando reúnes esto con los recursos que hoy
aprendiste obtienes resultados increíbles. ¿Te gustaría aprender a
hacerlo?
Te invito a estar pendiente de las publicaciones en el blog, pronto
te diré cómo usar el lenguaje para obtener la respuesta que deseas.
Actualización: Recientemente descubrí el blog "Justifica tu respuesta" verdaderamente recomendable. Para muestra te invito a consultar El mapa de la empatía a propósito del tema que nos ocupa.
Actualización: Recientemente descubrí el blog "Justifica tu respuesta" verdaderamente recomendable. Para muestra te invito a consultar El mapa de la empatía a propósito del tema que nos ocupa.
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